Existen muchos perros en todo el mundo que debido a factores genéticos hereditarios pueden padecer displasia. Aunque existen algunas razas más propensas que otras, casi cualquier perro sin importar edad, tamaño o peso, puede padecer displasia. En Novecan puedes encontrar productos de ortopedia para perros que puedan ayudar a tu mascota.
¿Por qué surge la displasia en los perros?
La displasia de cadera en perros es una enfermedad degenerativa que afecta especialmente a perros grandes, como el Golden Retriever, Rottweiler o Pastor Alemán. Esta es una afección en la que la cabeza femoral se desplaza hacia la cavidad de la cadera, lo que provoca deformidad e inflamación en las articulaciones.
Sabrás que tu perro está sufriendo displasia porque presenta síntomas muy comunes como disminución de la actividad física, cojera, rigidez o dolor. Llévalo al veterinario de tu preferencia y comienza de inmediato con su recuperación.
Con los ejercicios para perros con displasia y una alimentación equilibrada y especial para reforzar las articulaciones, ayudarás a aliviar los dolores de tu mascota. Los tratamientos no invasivos y las cirugías aliviarán el dolor, regenerarán las articulaciones y reducirán el impacto hasta recuperar la función articular.
Cómo tratar la displasia en perros
Existen dos tipos de ejercicios que te ayudarán a mejorar la salud de tu mascota:
Ejercicios pasivos para tratar la displasia en perros
En este tipo de ejercicio debes comenzar con calor, movimientos lentos y suaves, así evitarás causar molestias a tus mascotas.
Uno de los ejercicios pasivos más efectivos es el de flexión y extensión. Para practicarlo, coloca a tu mascota tumbada sobre su costado izquierdo, tocando el suelo y la pata derecha trasera perpendicular al tronco.
Sujeta esta pata a nivel de la rodilla con la mano derecha, apoyándola en nuestro brazo. Realizar movimientos suaves moviendo la extremidad hacia delante y hacia atrás con la mano derecha mientras la mano izquierda, colocada sobre la articulación de la cadera, siente si hay crepitaciones.
Realiza este movimiento por lo menos 10 o 15 veces de manera lenta, pasando de extensión a flexión. Repite el ejercicio de dos a tres veces por semana hasta ver la mejora de tu mascota.
Otro ejercicio pasivo que puedes poner en práctica es el de abducción y aducción Pon a tu mascota en la misma posición del ejercicio anterior y párate tras él, agarrándolo con sus rodillas dobladas.
La abducción implica alejar la pata del tronco, mientras que la abducción implica acercarla. Realiza ambos movimientos con suavidad de 10 a 15 veces repitiendo por lo menos 2 o 3 veces por semana.
Ejercicios activos para tratar la displasia en perros
Los ejercicios activos son los más eficaces, tanto en perros no detectados quirúrgicamente como en perros que se encuentran en la fase de recuperación muscular.
Para realizar estos ejercicios, el perro debe colocarse con las patas delanteras levantadas sobre un soporte, como una escalera o un libro grueso.
Para la primera fase deberás ubicarte detrás de tu mascota y sostenerlo para mantener el equilibrio. Agarramos los hombros y tiramos suavemente hacia la cola, es decir, hacia nosotros. Esperamos unos segundos y nos relajamos. Repite mínimo 5 veces por día.
Comienza la segunda fase agarrando la rodilla, tirándola hacia la cola. Esperamos unos segundos y nos relajamos. Repetimos 5 veces por día.
Levanta la rodilla para comenzar la fase tres, presiona hacia la cabeza del perro y mantén durante unos segundos. Repite el ejercicio 5 veces por día.
Es importante realizar los ejercicios con cuidado y suavidad para evitar lesiones. Cuanto más fuertes se vuelvan los músculos, mejor afrontará tu mascota los ejercicios y podrás aumentar el número de repeticiones de cada paso. Si tu perro tiene dolor o malestar, es importante que no continúe haciendo el ejercicio y siempre consulte a su veterinario en caso de duda.
Aunque es una enfermedad degenerativa, con una nutrición adecuada tu mascota tendrá un proceso de sanación más eficaz. Además, con una nutrición adecuada, podemos prevenir el aumento de peso, lo que repercute negativamente en el proceso de los perros con displasia de cadera.