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Polirradiculoneuritis Idiopática Aguda en Perros: Un Desafío Clínico

La polirradiculoneuritis idiopática aguda en perros, también conocida como la enfermedad de Coonhound, es una afección neurológica que puede ser aterradora tanto para los dueños de mascotas como para los veterinarios. Esta enfermedad, que afecta el sistema nervioso periférico de los perros, puede tener un inicio repentino y causar una variedad de síntomas debilitantes. En este post hablamos sobre esta afección, incluyendo sus causas, síntomas, diagnóstico, tratamiento y perspectivas a largo plazo para los perros afectados.

¿Qué es la Polirradiculoneuritis Idiopática Aguda?

La polirradiculoneuritis idiopática aguda es una enfermedad neurológica que afecta el sistema nervioso periférico de los perros. Se caracteriza por la inflamación de las raíces nerviosas y los nervios periféricos, lo que resulta en una variedad de síntomas neuromusculares. Esta enfermedad también se conoce como la enfermedad de Coonhound debido a su mayor incidencia en perros de razas Coonhound, como el Redbone Coonhound, el Black and Tan Coonhound y el Treeing Walker Coonhound.

Causas de la Polirradiculoneuritis Idiopática Aguda

A pesar de ser una enfermedad grave, la causa exacta de la polirradiculoneuritis idiopática aguda en perros sigue siendo desconocida. Se cree que es una enfermedad autoinmune en la que el sistema inmunológico del perro ataca erróneamente sus propios nervios periféricos. Esto provoca una respuesta inflamatoria que daña los nervios y afecta su función. Aunque no se ha identificado una causa específica, se han observado algunos factores de riesgo potenciales, como la genética y la exposición a ciertos patógenos.

Síntomas de la Polirradiculoneuritis Idiopática Aguda

Los síntomas de la polirradiculoneuritis idiopática aguda en perros pueden variar en gravedad y duración, pero a menudo incluyen:

  • Parálisis Ascendente: Uno de los signos característicos de esta enfermedad es la parálisis ascendente, que comienza en las extremidades posteriores y avanza hacia adelante. Los perros afectados pueden tener dificultades para mover las patas traseras, lo que se traduce en debilidad o parálisis.
  • Dificultades para Tragar: La deglución puede verse afectada, lo que lleva a problemas para comer y beber.
  • Cambios en la Voz: Algunos perros desarrollan una voz ronca o débil debido a la debilidad de los músculos laríngeos.
  • Dolor y Sensibilidad: Los perros pueden mostrar signos de dolor, como gemidos o llanto, cuando se les toca o manipula en ciertas áreas del cuerpo.
  • Incontinencia Urinaria y Fecal: La debilidad muscular puede llevar a la pérdida del control de la vejiga y el intestino.
  • Letargia y Debilidad Generalizada: Los perros afectados a menudo muestran una falta de energía y una sensación general de debilidad.

Es importante destacar que la progresión de los síntomas puede ser rápida y alcanzar su punto máximo en unos pocos días.

Diagnóstico de la Polirradiculoneuritis Idiopática Aguda

El diagnóstico de la polirradiculoneuritis idiopática aguda en perros puede ser un desafío debido a la variedad de síntomas y a la necesidad de descartar otras enfermedades neurológicas. El proceso diagnóstico típicamente incluye:

  • Historial Clínico: El veterinario recopilará información sobre los síntomas, la historia de la mascota y cualquier exposición a factores de riesgo conocidos.
  • Examen Físico: Se realizará un examen físico completo para evaluar la función neuromuscular y buscar signos de debilidad o parálisis.
  • Análisis de Sangre y Orina: Estos análisis pueden ayudar a descartar otras enfermedades que pueden tener síntomas similares.
  • Electromiografía (EMG) y Velocidad de Conducción Nerviosa: Estudios eléctricos de los nervios y los músculos pueden proporcionar información sobre la función nerviosa.
  • Punción Lumbar: En algunos casos, se puede realizar una punción lumbar para analizar el líquido cefalorraquídeo en busca de signos de inflamación.
  • Biopsia Nerviosa: En casos graves o en los que se necesita una confirmación definitiva, se puede realizar una biopsia de un nervio afectado.

Una vez que se ha realizado el diagnóstico, el veterinario podrá determinar el mejor enfoque de tratamiento para el perro afectado.

Tratamiento de la Polirradiculoneuritis Idiopática Aguda

El tratamiento de la polirradiculoneuritis idiopática aguda se centra en reducir la inflamación y brindar apoyo al sistema nervioso del perro. Las opciones de tratamiento pueden incluir:

  • Terapia con Corticosteroides: Los corticosteroides, como la prednisona, se utilizan comúnmente para reducir la inflamación y suprimir la respuesta inmunológica anormal.
  • Inmunoglobulina Intravenosa (IVIg): En algunos casos, se puede administrar IVIg para modular la respuesta inmunológica.
  • Fisioterapia: La fisioterapia y el ejercicio asistido pueden ser beneficiosos para ayudar al perro a recuperar la fuerza muscular y la coordinación.
  • Nutrición y Cuidados de Apoyo: Es importante mantener una nutrición adecuada y proporcionar cuidados de apoyo, como la administración de líquidos y el control de la vejiga e intestino en caso de incontinencia.
  • Manejo del Dolor: Se pueden administrar analgésicos para aliviar el dolor asociado con la enfermedad.

El tratamiento puede ser necesario durante semanas o incluso meses, dependiendo de la gravedad de la enfermedad y de cómo responda el perro al tratamiento. El seguimiento regular con el veterinario es esencial para evaluar la progresión de la enfermedad y ajustar el tratamiento según sea necesario.

Perspectivas a Largo Plazo

Hablamos de una enfermedad que puede ser grave y debilitante para los perros afectados. Sin embargo, muchas mascotas pueden experimentar una recuperación gradual con el tratamiento adecuado. La recuperación puede ser lenta, y algunos perros pueden experimentar secuelas neurológicas permanentes, como debilidad residual o problemas de coordinación. Es importante brindar cuidados continuos y apoyo a estos perros para mejorar su calidad de vida.

Conclusiones

A pesar de los datos mencionados sobre esta enfermedad, con un diagnóstico temprano y un tratamiento adecuado, muchos perros pueden recuperarse y llevar una vida feliz y saludable. Si sospechas que tu perro podría estar mostrando signos de esta enfermedad, es crucial buscar atención veterinaria de inmediato para aumentar las posibilidades de una recuperación exitosa.

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