Si has notado que tu mascota puede estar cojeando, es importante actuar rápidamente. La cojera en perros o gatos puede deberse a diversas razones, y aunque algunas son temporales, otras podrían requerir atención médica inmediata. Aquí te presentamos las cinco causas más comunes y cómo solucionarlas.
1. Lesiones Traumáticas
Una de las principales razones por las que tu mascota puede estar cojeando son las lesiones, como golpes, esguinces o fracturas. Esto puede ocurrir después de jugar intensamente, caídas o accidentes. Si observas hinchazón, sensibilidad al tacto o dificultad para apoyar la pata, es fundamental acudir al veterinario.
¿Cómo actuar?
- Mantén a tu mascota en reposo para evitar que agrave la lesión.
- Evita manipular la zona afectada, ya que podrías causarle más dolor.
- Considera productos como férulas ortopédicas para inmovilizar la extremidad hasta recibir atención profesional.
2. Problemas Articulares
Con el tiempo, las mascotas pueden desarrollar afecciones como la artritis o displasia de cadera. Estas condiciones son más comunes en perros mayores o de razas grandes, pero también pueden afectar a gatos. Los signos incluyen rigidez al levantarse, dificultad para moverse y, por supuesto, cojera.
¿Qué puedes hacer?
- Consulta a un veterinario para evaluar el grado de deterioro articular.
- Adopta medidas preventivas, como una dieta rica en ácidos grasos y glucosamina.
- Usa camas ortopédicas y protectores para aliviar la presión en las articulaciones.
3. Heridas o Cuerpos Extraños
A veces, tu mascota puede estar cojeando debido a algo tan simple como una espina, vidrio o piedra incrustada en sus patas. Este tipo de problemas suelen venir acompañados de lamidos constantes en la zona afectada o signos visibles de inflamación.
¿Cómo resolverlo?
- Revisa las patas de tu mascota con cuidado y retira el objeto extraño si es visible.
- Lava la zona con un antiséptico suave para prevenir infecciones.
- Si la herida no cicatriza rápidamente, consulta al veterinario para evitar complicaciones.
4. Infecciones o Abscesos
Otra causa de cojera son las infecciones, que pueden surgir de heridas mal tratadas o incluso picaduras de insectos. Los abscesos, que son acumulaciones de pus, son particularmente comunes en gatos tras peleas. Estos suelen ir acompañados de fiebre y sensibilidad extrema.
Pasos a seguir:
- No intentes drenar un absceso en casa, ya que podrías empeorar la situación.
- Lleva a tu mascota al veterinario para recibir tratamiento con antibióticos o drenaje quirúrgico si es necesario.
- Mantén limpia la zona afectada y utiliza collares isabelinos para evitar que se laman la herida.
5. Problemas Neurológicos o Espinales
En algunos casos, tu mascota puede estar cojeando debido a una condición neurológica o una lesión en la columna. Esto puede incluir problemas como hernias discales, que afectan la conexión entre los nervios y las extremidades. Estas afecciones suelen presentarse con pérdida de coordinación o parálisis parcial.
¿Qué hacer en estos casos?
- Un diagnóstico rápido es clave. Consulta a un especialista si notas que la cojera viene acompañada de debilidad o pérdida de sensibilidad.
- La fisioterapia para mascotas puede ser una herramienta valiosa para la recuperación.
- Existen arneses y sillas de ruedas que pueden devolverle la movilidad a tu mascota mientras se recupera.
¿Cuándo Deberías Preocuparte?
Aunque algunas cojeras pueden resolverse por sí solas, hay situaciones en las que debes buscar ayuda veterinaria de inmediato:
- Si la cojera persiste por más de 24 horas.
- Si notas inflamación, heridas abiertas o dolor extremo.
- Si la cojera afecta a múltiples extremidades o empeora rápidamente.
Productos Útiles Para Ayudar a Tu Mascota
En casos de cojera, contar con el equipo adecuado puede marcar la diferencia en su comodidad y recuperación:
- Arneses de soporte: Ideales para ayudar a tu mascota a moverse sin cargar todo su peso.
- Protectores de patas: Perfectos para evitar que se agraven heridas o infecciones.
- Camas ortopédicas: Alivian la presión en las articulaciones, especialmente en perros mayores.
Recuerda, si tu mascota puede estar cojeando, atenderla a tiempo es crucial para garantizar su bienestar.
Conclusión
La cojera en mascotas es una señal de que algo no está bien. Ya sea por lesiones, infecciones, problemas articulares o condiciones más graves, actuar rápido y consultar con un veterinario es la mejor manera de proteger su salud.
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