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Cómo notar los primeros signos de movilidad reducida en tu perro

La movilidad reducida en los perros es una condición que puede aparecer de forma gradual o repentina, afectando su calidad de vida y su independencia. Detectar a tiempo los primeros signos es fundamental para ofrecerles una atención adecuada y garantizar su bienestar.

¿Qué es la movilidad reducida en los perros?

La movilidad reducida se refiere a la dificultad que experimenta un perro para desplazarse con normalidad, ya sea caminando, corriendo o incluso al mantenerse de pie. Esta condición puede deberse a diferentes factores como la edad avanzada, lesiones, enfermedades degenerativas, displasia de cadera, artrosis, problemas neurológicos o incluso secuelas de cirugías.

Identificarla en las primeras etapas permite actuar de manera oportuna, utilizando productos ortopédicos, terapias de rehabilitación o sillas de ruedas diseñadas especialmente para mejorar su calidad de vida.

Síntomas tempranos de movilidad reducida en perros

Los signos iniciales de movilidad reducida pueden ser muy sutiles, pero si observas con atención, notarás pequeños cambios en su comportamiento diario:

  • Cojeo leve: Puede aparecer después de un paseo o un juego intenso.

  • Fatiga rápida: Si tu perro se cansa más de lo habitual tras un corto paseo.

  • Negativa a subir o bajar escaleras: La dificultad para enfrentarse a cambios de nivel es una señal de alerta.

  • Cambios en la postura: Una espalda encorvada o el arrastre de una o varias patas son indicativos.

  • Problemas para levantarse o acostarse: Especialmente tras períodos de descanso.

Detectar estos signos puede marcar la diferencia entre un tratamiento temprano y el avance de una discapacidad más grave.

Factores de riesgo que aumentan la movilidad reducida

Hay varios factores que predisponen a los perros a sufrir movilidad reducida:

  • Raza: Algunas razas como el Teckel, el Pastor Alemán o el Labrador Retriever son más propensas a desarrollar displasia de cadera o problemas de columna.

  • Edad: Los perros mayores tienen mayor riesgo de sufrir artritis y pérdida de fuerza muscular.

  • Obesidad: El sobrepeso ejerce una presión extra sobre las articulaciones y acelera el desgaste.

  • Lesiones previas: Una fractura mal curada o un trauma en la columna pueden desencadenar problemas de movilidad.

Conocer estos factores te permitirá estar más atento y tomar medidas preventivas.

movilidad reducida

¿Qué hacer si sospechas de movilidad reducida?

Si detectas alguno de los signos mencionados, el primer paso es consultar a un veterinario. Un diagnóstico adecuado permitirá determinar la causa exacta y el tratamiento más eficaz. Algunas medidas que suelen recomendar los especialistas son:

  • Terapias de rehabilitación: Como la fisioterapia o la hidroterapia, que ayudan a fortalecer los músculos sin dañar las articulaciones.

  • Uso de productos ortopédicos: Sillas de ruedas para perros, férulas, arneses de soporte y protectores articulares son excelentes aliados.

  • Adaptaciones en el hogar: Instalar rampas, utilizar alfombras antideslizantes y mantener áreas despejadas.

  • Cambio de dieta: Una alimentación enfocada en el control del peso y el fortalecimiento articular puede mejorar mucho su condición.

La importancia de actuar a tiempo

La movilidad reducida no significa el final de una vida activa y feliz para tu perro. Con los cuidados adecuados y productos de apoyo especializados, como los que puedes encontrar en Novecan, muchos perros vuelven a disfrutar de sus paseos, juegos y momentos de cariño.

Recuerda que cuanto antes actúes, mejores serán los resultados del tratamiento y mayores las posibilidades de que tu peludo mantenga su independencia. La observación diaria y la intervención temprana son clave.

Conclusión

Notar los primeros signos de movilidad reducida en tu perro puede parecer complicado, pero prestando atención a pequeños cambios en su comportamiento, postura y nivel de energía, podrás detectarlos a tiempo. No ignores señales como el cansancio excesivo, el rechazo a las escaleras o cambios en la forma de caminar.

El amor y el compromiso que tengas hacia tu compañero de cuatro patas se reflejarán en su calidad de vida. No dudes en buscar ayuda profesional y ofrecerle todos los recursos disponibles para que siga disfrutando cada momento a tu lado.

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